martes, 15 de septiembre de 2015

BALDOMERO LOZANO…, un socialista efímero para unos tiempos convulsos.

Hubo un tiempo, en el que pertenecer o simpatizar con el Partido Socialista Obrero Español PSOE, era sinónimo de orgullo y de reconocimiento social y político. Fueron los tiempos de la transición y, del final de la dictadura; el tiempo del primer diputado socialista por León, Baldomero Lozano, un hombre absolutamente cercano y entregado con fuerte empeño a cualquier causa justa de los trabajadores o de los oprimidos, y sobre todo, a luchar por lo leonés, contra los agravios que nos infringían. Victoriano Crémer lo definió como “un leonés nacido en Tierras de la Mancha”, Juan Pedro Aparicio, Luis Mateo Diez, Ernesto Escapa, José Luis Gutiérrez y José María Merino, se refirieron a él como “un recolector de ideas, de vivencias y de problemas, para luego exponerlas con pasión y tenacidad, y para defenderlas con toda la mucha energía de que era capaz”, según su artículo publicado en la Tribuna de EL PAÍS del 03.07.79, en la que además se dice, que “fue el obstáculo más importante que impidió a la derecha leonesa integrar a León en el ente preautonómico castellano”. Era el tiempo del Diputado Socialista por León, en las legislatura Constituyente y Primera, BALDOMERO LOZANO PEREZ.

Hoy día, se cumplen 36 años de la fecha de su fallecimiento (15 de Septiembre de 1979). Por ello, ya que de bien nacidos es ser agradecidos, algunos leoneses, amigos, antiguos militantes socialistas, desencantados unos y, otros muchos en otras ondas políticas, queremos dejar constancia del agradecimiento que le debemos.

Nuestros agradecimientos pasan, por el reconocimiento de su entrega desinteresada en la defensa de las causas de lo leonés: de las cuencas mineras (mineros y sus comarcas), de los trabajadores en general, o de los conflictos específicos como el de la Maragatería y el Campo de Tiro del Teleno, por citar algunas. Como demócrata, consideró y asumió una opinión mayoritaria de la población, abanderando la postura de consultar a los leoneses en Referéndum, el modelo autonómico preferido, aceptando en cualquier caso el resultado de la consulta, pero reafirmando, que León es una comunidad diferenciada de la castellana. También le reconocemos, que en nombre de la entonces Federación Socialista Leonesa (FSL), iniciase los primeros acercamientos, encuentros y posteriores acuerdos, con el sindicato campesino Unión de Campesinos Leoneses (UCL).

Esa visión política de Baldomero Lozano y de la FSL, permitió representar al sector agroganadero de la provincia, dotándole de un protagonismo y trascendencia económica fundamental, nunca antes sentido en el sector. Se manejó perfectamente en un territorio abonado ideológicamente por la derecha, desde siempre, donde estaban muy presentes los sentimientos equívocos de la propiedad privada (de la tierra), y donde existía también, un fuerte y arraigado caciquismo residual. Y todo ello, a pesar de los escasos resultados en votos y organización que, especialmente en el medio rural, tuvimos en las primeras Elecciones Generales de 1977.

Para los que compartimos tiempos, ilusión, ideales, luchas y trabajo, le recordaremos siempre como el político ideal, el modelo de político a seguir, o simplemente, el mejor político de la Transición que hemos conocido. Defensor de cualquier injusticia o circunstancia, por grande o pequeña que fuera, su forma de hacer política estaba siempre basada en los principios más sencillos y elementales de racionalidad, respeto, democracia, justicia y libertad. Jamás buscó protagonismo ni rédito personal alguno.

Hoy, en plena discusión sobre quien representara León en Las Cortes Generales Congreso y Senado, sin atisbar en la Provincia la salida de la crisis económica, mirándose el ombligo las Fuerzas Políticas y, en el trance ideológico de la izquierda, sin discurso ni liderazgo, echamos en falta ese nivel de compromiso y entrega, de ideología en la que creía y militaba, que como entonces practicaba Baldomero Lozano Pérez.

Concretamente, en esta época, los herederos de aquellas siglas de la FSL, ya no son una estructura federada, sino agrupada en una superior de ámbito Autonómico y dominada por los impulsos de Valladolid, denominándose Partido Socialista de León (PSL), con una perdida evidente de pulso político e independencia, no solo por ese modelo de estructura menor, también por sus sempiternas luchas cainitas, que solo evidencian “un quítate tu, que me pongo yo”, y multiplicadas en estos últimos tiempos, por un egoísmo intimo, que describen la búsqueda personal de las bondades “del salario publico” para el beneficio personal, sin importar nada (valores, ideología, compromiso), ni nadie (compañeros, simpatizantes, votantes).

Todo ello sin tener en cuenta, que en estos mismos últimos tiempos, se pregona por doquier, la apertura de puertas y ventanas, la democracia interna, la participación de las bases, las listas abiertas, el respeto a las minorías, a las mujeres, a los reglamentos, a las normas, etc.… Y se practica todo lo contrario, generando condiciones que impiden esa democracia interna: restringiendo tiempos, implementando presentaciones previas de candidatos, cercenando las listas abiertas y la mejor democracia de un hombre (Afiliado), un voto, o discriminando agrupaciones en función de si estas con ellos o piensas diferente, en el mas burdo insulto al respeto a las minorías, a las que incluso se las impide participar exponiendo razones en los órganos ejecutivos.


 Estos hechos y otros muchos más en estos mismos últimos tiempos, se percibe tan claramente por esas practicas abusivas y la falta de nivel de compromiso y entrega, que hará falta que llegue cuanto antes, el tiempo de rearmarnos en las ideas, defender y luchar como entonces, contra las injusticias que padece hoy esta sociedad. Para arrancar como ayer, con los mismos ideales básicos, organizándonos y volviendo a combatir con fuerza e ilusión, toda esa desvergüenza y cinismo que nos rodea, dentro y fuera. 

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