lunes, 19 de mayo de 2014

PROPUESTA DE BORRADOR REIVINDICACIONES COMPARTIDAS ENTRE ASTURIAS Y LEÓN, SOBRE INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS

El desarrollo de infraestructuras del transporte ferroviario es un elemento decisivo para garantizar a los ciudadanos su derecho a la movilidad, y un instrumento clave del crecimiento económico, la creación de empleo, el desarrollo de las actividades industriales y de servicios, la cohesión social y la vertebración del territorio. Esta responsabilidad del Estado requiere planificación a largo plazo, grandes esfuerzos financieros, y continuidad en el desarrollo de los proyectos. 

Los principios del neoliberalismo han reducido el papel del Estado como redistribuidor de riqueza y potenciador de la equidad social, constriñendo: tanto su capacidad de actuación directa (empresas y servicios públicos), como su capacidad financiera (sistema tributario). 

Esto, unido a los recortes presupuestarios fijados por el gobierno (propuestos y en sintonía con Bruselas, el BCE y el FMI), bajo el “paraguas de la crisis”, han provocado una ralentización (muy cercana a la paralización) en el desarrollo del eje ferroviario que afecta a Asturias y León. 

A estas alturas ya no se trata tanto de cuestionar el mecanismo, como de reclamar y exigir la realización de las obras previstas y, que permanecen en una continua paralización (si bien no ocurre así para las previstas en otros territorios). 

Las infraestructuras de transporte ferroviario son un patrimonio común del conjunto de la sociedad en general y muy particularmente, en éste caso, de los ciudadanos de Asturias y León, siendo de un interés general, dado que la movilidad en condiciones de calidad y seguridad es un derecho de todos los ciudadanos, unido todo ello a su papel determinante para el desarrollo económico de ambas regiones. 

Las infraestructuras de transporte no son un fin en sí mismas. Al contrario, son un medio al servicio del objetivo básico de toda política económica: el desarrollo, el empleo y la cohesión social. Las infraestructuras tienen en sí mismas este marcado carácter social, porque contribuyen a eliminar diferencias entre regiones, en definitiva, diferencias de oportunidades. Son, de hecho, un instrumento esencial de la política de solidaridad. 

En la política del transporte no debe olvidarse el hecho diferencial de los territorios. Las áreas menos pobladas, como León y Asturias, no tienen el problema de congestión que impide al territorio recibir nuevas infraestructuras, sino de accesibilidad y debe dotárselas de unos niveles mínimos que les permitan acceder a los mismos servicios de los habitantes de las áreas más pobladas, como Madrid o Cataluña. Esto implica que no se deben planificar ni ejecutar infraestructuras con criterios exclusivamente economicistas, porque significaría que los territorios más desarrollados concentrarían cada vez más las inversiones en infraestructuras y que los menos desarrollados, cada vez lo estarían menos, al no ser estos rentables “económicamente”. 

Por otro lado, la convergencia real de España con Europa, no puede ponerse en juego por la implantación de políticas restrictivas de transporte que pueden frenar ese crecimiento. La mayor dotación de infraestructuras, al elevar la productividad de las empresas y hacer la economía más dinámica y competitiva se traduce en la generación de empleos de carácter fijo, al margen de los generados a corto plazo durante la 
construcción de las infraestructuras. Si bien las infraestructuras por sí solas no son condición suficiente para todo ello, sí son condición necesaria. 

Por eso entendemos, que es absolutamente imperativo exigir al gobierno de España, la inmediata ejecución de todas las obras del trazado ferroviario pendiente, para desarrollar ésta comunicación entre Asturias y León, continuando su paso para la Meseta. 

Ello se debe concretar, por parte del Ministerio de Fomento, los siguientes compromisos y con plazos establecidos: 
  •  Adjudicación de las obras pendientes para la finalización del ferrocarril de Alta Velocidad en el tramo Valladolid y León. 
  •  Integración del ferrocarril a su paso por León de tal forma que: 
    •  Se mantenga la centralidad de la estación. 
    •  No suponga una barrera arquitectónica para la ciudad. 
    •  No penalice los tiempos de viaje entre Asturias y el resto del Estado. 
  •  Finalización de las obras entre León y Asturias, con la ejecución de las obras en los tramos aún pendientes, así como de las soluciones necesarias “en los túneles de Pajares” 


Con todo ello entendemos, que el gobierno de España, cumpliría con su obligación de facilitar el desarrollos social y económico de nuestras regiones, mediante la potenciación de la comunicación no solo en el ámbito de las personas, sino también el de las mercancías, cuestión que en ningún momento podemos olvidar, puesto que las mercancías suponen un mayor desarrollo económico y competitivo de nuestras regiones. 

Sobre todo en éstos momentos en los que, dos sectores principales que sostenían nuestras economías, como eran la minería y la agricultura han sido conducidas a la ruina y se encuentran en plena decadencia, abandonadas de toda suerte. 

Los representantes aquí reunidos, queremos instar a todas las instituciones y personas que representan a ambas regiones, para que se comprometan en el desarrollo de las reivindicaciones aquí expuestas de forma conjunta, desbloqueando la actual situación, pues queremos manifestar con total rotundidad, que las únicas soluciones que pueden aportar valor son aquellas que realicemos de forma conjunta. 

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